Santiago Villanueva. Allusions

"Mi obra alude explícitamente al mágico afán de capturar un instante preciso de la materia en movimiento y provocar en la mirada de quien la observa, una interpretación del inquietante trance de la tensión, la inercia o el fluir".
Santiago Villanueva

Se inicia en el Casal Solleric la vida institucional de "Allusions", el proyecto itinerante que reúne esculturas e intervenciones espaciales de Santiago Villanueva (Madrid, 1964) que, tras su paso por la Kühne Sitftung de Hamburg, culminará con su exposición individual en el Today Art Museum de Pekín el próximo mes de abril.

Por primera vez, el Casal Solleric se abre a las interferencias visuales que ha creado este reconocido artista arraigado en Mallorca desde hace muchos años, para establecer un sugestivo diálogo tanto con los espacios del Casal Solleric como con la institución museo. Así, descubrimos en sus instalaciones y piezas específicas tanto la evidencia de los rasgos característicos más constantes de su obra como su deseo de indagar en otras soluciones espaciales y conceptuales para sus trabajos.

Este proyecto llega en un momento de gran proyección internacional de Villanueva, quien a partir de la experiencia acumulada desde sus primeras exposiciones en galerías tan prestigiosas como Xavier Fiol de Palma, Mario Sequéira de Braga o Diana Lowenstein de Miami, entre otras, ha alcanzado un interesante punto de madurez creativa.

Arquitecto de formación, en este proyecto catalogado e interpretado mediante los textos críticos de Biel Amer, Carlos Jover, Mónica Álvarez-Careaga y Pilar Ribal, Santiago Villanueva se erige también en crítico de su propia obra. En sus palabras: "'Allusions' no es una exposición convencional como tampoco lo son los diferentes espacios en los que hemos instalado las ocho obras que la componen. Generar de manera satisfactoria un diálogo sugerente entre cada una de las obras del proyecto y el espacio elegido para instalarlas, ha sido la razón que me ha animado a desarrollar este maravilloso reto. Y si este diálogo es acertado, la comprensión del mensaje que quiero transmitir por medio de alusiones retóricas permitirá la aparición de la empatía necesaria para que surja el aprecio y el disfrute".

Su vocación comunicativa se evidencia también en sus textos específicos sobre alguna de las instalaciones, como es el caso de "Unpacking", la gran esfera de fibra de vidrio y poliestireno que levita sobre el centro del patio del Casal Solleric mostrándose todavía en proceso de desembalaje, sobre la que dice: "Si en mi obra la epidermis pulida y perfecta es el contenedor que protege el fluido emocional que la habita, en "Unpacking" esa misma piel busca refugio y protección en otra piel más vasta y evidente como es el tradicional embalaje de una obra de arte. Así, la esfera se exhibe en un estado de levitación provocado por el trance que supone, por un lado el deseo irrefrenable de mostrarse entre pudorosa y tímida, entre sensual y erótica, y por otro, cohibida por el miedo a la mirada crítica y "voyeurista" a la que estará sometida en un espacio tan público y expuesto como éste del Casal Solleric".

Al hilo de las palabras de Santiago Villanueva, y tomando el título de su proyecto como una invitación y en razón de su acento en la pura visibilidad de la forma y la materia, hemos querido establecer la relación existente entre su obra y la fotografía experimental de autores como Harold Edgerton o Man Ray, así como su conexión con algunos de los principales referentes de la escultura a lo largo del siglo XX, como Henry Moore, Carl André y Donald Judd y, particularmente, Robert Morris y Eva Hesse.

Resultado de una síntesis entre los aspectos geométricos o intelectuales y sensitivos, las esculturas de Santiago Villanueva tienen algo de "instantánea", de formas reales o inventadas que han quedado congeladas o suspendidas en el tiempo, como queriendo anular su gravedad y rigidez. Este y otros aspectos son puestos de relieve en las distintas aproximaciones a su trabajo que se han incorporado al catálogo del proyecto.

La reflexión sobre los aspectos teóricos y conceptuales derivados de su morfología y condición, así como de esa "tensión" de fuerzas contrapuestas que las caracteriza, es vista así por Carlos Jover: "En muchas ocasiones he analizado la obra de Villanueva en relación con ese sumatorio nulo de fuerzas contrapuestas que provoca un bodegón falso, una ficticia toma de un mundo quieto que en el más hondo de sus avatares se encuentra en una formidable pugna por incurrir en estampida".

Por su parte, Biel Amer pone de relieve en su texto tanto el carácter alusivo de la escultura de Villanueva como el interés del artista por conectar con el espectador: "Desde sus primeras piezas escultóricas, la obra de Santiago Villanueva ha captado el interés del espectador buscando su complicidad perceptiva, asociando cada elemento, cada obra, a un instante u objeto reconocible, sin necesidad de hacerlo evidente o realista, siempre desde una posición sugerente y atractiva, tanto desde el punto de vista táctil como visual".

Mónica Álvarez Careaga analiza así la imaginería de Villanueva: "Trabajando con técnicas de moldeado, fundición y acabado, Santiago Villanueva confiere a sus objetos una imaginería orgánica o mineral, que se manifiesta especialmente en las formas esféricas o tubulares de su predilección, como antenas o estalactitas, pero sobre todo son las formas transicionales, las que están en un momento detenido de cambio hacia una nueva conformación las más abundantes e impactantes en la obra del artista".

Buscando la luminiscencia, sensualidad y belleza de formas realizadas con materiales industriales, Santiago Villanueva ha sabido desarrollar un corpus artístico de formas rotundas y "autosuficientes", de impecable factura y geometría humanizada, obras de arte rigurosas, sensuales y cercanas que se abren tanto a una aproximación intelectual como a la percepción más sensitiva.